Visita esta noche a Las Palmas una con la urgente necesidad de sumar los tres puntos para dejar el ‘farolillo rojo’ de la tabla y disponer de opciones de reengancharse a la salvación.
Los adjetivos para calificar cada semana la importancia de los partidos del Málaga comienzan a agotarse. Las oportunidades para mejorar se sucedieron una tras otra sin que el equipo reaccionara meses atrás. Y hoy llega una nueva, una opción inmejorable para dejar el ‘farolillo rojo’ en el campo de Las Palmas, que va por delante en la clasificación, y buscar un acomodo más confortable. El equipo blanquiazul necesita ganar partidos, sumar de tres en tres, desde hace muchas jornadas, pero hoy seguramente llega la cita más crucial, determinante, para calibrar si el cambio de rumbo está próximo o habrá que esperar todavía más, con el grave riesgo que ello supone.
Un Málaga renovado, con un entrenador recién llegado hace dos jornadas, pretende olvidarse de la pésima trayectoria de la primera vuelta para solucionar una parte de sus problemas hoy mismo. Nadie en el equipo quiere pensar en la derrota, ni siquiera en el empate. El único objetivo es la victoria, que permitiría a los blanquiazules situarse a cuatro puntos de la zona de permanencia, que ahora comienza con el Levante. Este sería el primer paso para que la esperanza regresara a los jugadores y los aficionados, que ven cómo se suceden las jornadas sin que aparezca la deseada y esperada reacción.
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