sábado, 7 de octubre de 2017

Aquella delirante anécdota entre Carrete, Gades y Saura ... por Francis Marmol.



Ahora que Carlos Saura quiere rodar la historia del lienzo más famoso del mundo –El Guernica– con un Antonio Banderas en el papel protagonista metido en la piel de otro malagueño universal como Picasso, asoma por entre las costuras del tiempo aquella anécdota antológica, delirante por genial del bailaor malagueño José Losada ‘Carrete’ ante la que fue la oportunidad de su vida y que, muy lorquiamente, dejó pasar por salvar a una gitana de una muerte segura. Era otra vez en la ditirámbica biografía de este personajazo de la historia del flamenco, la vida dentro del cine, la realidad más fuerte que la ficción. El Amor Brujo hecho biografía saltando sobre ‘Carmen’ de Saura en la ficción.


Resulta que en 1983 el cineasta aragonés estaba rodando la segunda entrega de la que sería su trilogía con el bailaor Antonio Gades, a la postre nominada a Mejor Película de Habla No Inglesa a los Oscar, nominada a los Globos de Oro y a los Cesar, y resulta que Carrete como no podía ser de otra forma se cruzó en el camino de esta película y pudiendo triunfar, prefirió los brazos de una mujer.
Del libro; ‘Carrete. Al compás de la vida’ de Francis Mármol y Paco Roji.
Tras aquella historia, volvería a Madrid en el 79-80, estaría otra vez un par de años, me contrató el Café de Chinitas, un tal Don Alberto que no sé si vive. Allí conocí a Antonio Gades personalmente y a toda su compañía, frecuentaban aquel sitio casi todas las noches. Decía; “ese chiquillo que baile solo”, sin La Chunga, ni Faico y es que venía con Marisol muchos días a verme. Me subía a bailar encima de las mesas de los señores que estaban comiendo y él no paraba de alucinar.
Le di clases a su hija, a María Estévez, que incluso salí por aquello en una revista.
Mi hijo Joaquín empezó a trabajar en Los Canasteros y mi Carmen en Las Brujas. Beatriz y José Antonio, mis otros dos hijos, los tenía en el Hostal Margarit y yo viudo con los cuatro. Aunque me salieron muchas novias no me fui con ninguna. Entre los tres ganaríamos doce mil pesetas y los niños más pequeños iban todas las mañanas a un colegio que estaba en la Plaza de España.
Por entonces tuve que tomar una decisión importante, ayudar a una prima mía que estaba en peligro y no lo dudé. Por aquello perdí una gran oportunidad de triunfar. La cosa fue tan precipitá que me fui a las siete de la mañana en busca de Gades. Vivía enfrente del Hotel Melia y le pedí diez mil pesetas pal tren, que me volvía. “¿Estás loco? ¡Que ahora tienes la oportunidad de hacer la película con Saura, (en esa película, Carmen, salió finalmente mi hija, precisamente llamada Carmen) ¿dónde vas?”. Le contesté que “a comer chanquetes” y se echó a reír. Estaba algo embriagado. Pude triunfar y no lo hice. Fue un momento importante artísticamente de mi vida, estaba en mi apogeo, salía todas las semanas en la Hoja del Lunes, pero aquella mujer se cruzó en mi camino y volví a Torremolinos con ella, cosas de artistas, tuve que salvarle la vida y estoy feliz por haberlo hecho.
Francis Marmol.
http://www.castillodelingles.es/

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