El Unicaja guardó el traje de gala en el armario, ese que ha lucido hasta el momento, y se puso el mono de faena para sacar adelante un complicado y duro encuentro ante el UCAM Murcia (89-82). Sobrevivió el conjunto cajista a la emboscada que le planteó su rival. Era lo que se esperaba, pero demostró arrojo y carácter para revertir un encuentro que se le complicó por momentos, pero que resolvió con una buena defensa y un acierto descomunal desde la línea de tiros libres (32 de 34). Le esperan muchos partidos de este tipo al conjunto que dirige Casimiro, así que superó con nota una prueba que le permite crecer hacia la identidad competitiva que desea el técnico. Tampoco le hicieron falta los actores principales y emergieron otros jugadores como Salin, que esta temporada también está ofreciendo una mejor versión. El Unicaja será hoy segundo a la espera del duelo entre el Real Madrid-Barcelona y afronta el parón de selecciones después de un primer tramo de la temporada que ha sido sobresaliente en todos los sentidos.
Juan Calderón
Diario Sur
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