En tal caso nuestro presidente no parece estar en su mejor momento. Ceño fruncido, rostro compungido, mirada ausente, gesto preocupado, tristeza y pesadumbre.
Sin embargo ganó las elecciones por más de 50 diputados de diferencia, y por consiguiente le corresponde presidir el gobierno de esta nación los próximos cuatro años. Digan lo que digan.
Complicado sí que lo tiene: Déficit público, Caja de Pensiones, sanción de la UE, empleos precarios, desempleo superior al 20%, jóvenes sin esperanza. Y personajes que lastran sus buenos deseos de regeneración: Rita Barberá, Celia Villalobos, Ignacio Trillo, José Antonio Monago, Jorge Fernández-Díaz, Arístegui…. Y una sombra de corrupción individual y colectiva que daña los más profundos cimientos de la democracia española.
Pedro Sánchez le ha dicho que “de entrada no”, lógico y razonable aunque en política nada es para siempre. El PSOE debe “liderar” la oposición desde posiciones serias y rigurosas que controlen la gestión del gobierno y que mantengan la esperanza de una alternativa posible y fiable. No podemos dejar, en exclusiva, la voz de la discrepancia en manos de quienes han hecho del histrionismo político, el cinismo y a veces la frivolidad, su razón de ser.
Presidente: Sea fuerte.
Manuel Mata
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