domingo, 24 de julio de 2016

A Salto de Mata : Juego... por Manuel Mata.

Ayer tarde, mientras paseaba por el camino que cruza el Hozgarganta, observé un nutrido grupo de niños -entre los diez y doce años- concentrados en torno a una de las pocas charcas que le quedan al río, refugio de cientos de pececillos a la espera de su inevitable muerte. 
¡Ah, en la infancia hay diversiones que no se pierden nunca¡  me dije, suponiendo que aquellos chicos andaban persiguiendo galápagos o ranas.
 ¡No!... ¡Buscaban Pokemons¡ 

Efectivamente, cada cual con su teléfono móvil apuntaba hacia el agua, las piedras o los juncos, en busca de esos  -para mí-  extraños personajes virtuales. A su manera me pusieron al día, y reproduzco literalmente:   “Desde Nueva York, el señor que ha inventado este juego, ha sembrado el mundo de Pokemons; están en todas las ciudades, pueblos y aldeas y tenemos que capturarlos. Y con esto gana dos millones de euros al día”. Les respondí: “Sí hombre, y va a venir a soltarlos aquí”. Su respuesta  -de todos- fue mostrarme las pantallas con los diversos monstruitos que ya tenían a buen recaudo. 
A la vuelta pensaba yo: ¿Un juego basado en la realidad aumentada que nos evade de la realidad-real? ¿Un entretenimiento que nos hace abandonar la comodidad del sofá, andar, observar y recorrer  y descubrir nuestro entorno?  ¿Una manera de participar al aire libre de manera colectiva y solidaria? ¿Un pasatiempo que pueden compartir padres e hijos?

Y ya en la puerta de mi casa: ¡Vaya, se me olvidó preguntarles cómo se baja la aplicación ¡

No hay comentarios:

Publicar un comentario