En 'La caja de música', Jessica Lange se convencía de que su padre era nazi cuando de una caja de música salían unas fotos comprometedoras. Nada de eso ha pasado ahora con Woody Allen. Las acusaciones de abuso por parte de su hija las escuchamos hace 20 años. Él lo negó y dos investigaciones acabaron sin cargos contra el director. No ha habido durante este tiempo muchos actores que no quisieran trabajar con él o que, una vez hecho, se arrepintieran. Ahora sí. Es el clima. El calentamiento global contra los abusos. Y, vale, que Dylan Farrow es una mujer, lo recuerda en la tele y tiene un turbador hermano activista. María Antonia Iglesias contó en 'Interviú' en 1982 lo de los niños robados y «la monja que cambiaba bebés como cromos». No ocurrió nada. Pasaron décadas hasta el escándalo. No siempre es el momento adecuado. Como en los abusos. Ha tenido que llegar el Time's up (se acabó). El mariajimenismo va a llegar. Vaya, que ha llegado.
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