miércoles, 17 de octubre de 2018

Hablan los cuerpos ... por Pablo Bujalance.

TODA LA PROGRAMACIÓN DEL CICLO DANZA 2018 AQUI
Resultó, sorpresa, que sí había un público de danza en España. Esta realidad empezó a hacerse más visible cuando tanto la crisis que estalló hace una década como la implacable presión fiscal hicieron mella en el sector teatral, lo que se tradujo en la desaparición de salas, compañías y programas y en la reducción drástica de su tejido productivo. Resultó que la hermana pobre de las artes escénicas había vivido desde siempre bajo estas condiciones, así que la tormenta no le pilló de nuevas; muy al contrario, fue justo hace una década cuando una nueva generación de artistas se empeñó en demostrar que la danza sí interesaba a mucha gente y que valía la pena ponerse manos a la obra para conducir toda esa audiencia potencial a los escenarios, ya fuesen tradicionales o más o menos espontáneos. Los promotores del órdago se salieron con la suya y comenzaron a nacer festivales, ciclos y certámenes allí donde la programación de danza había sido hasta entonces escasa, anecdótica o directamente nula. Muy a pesar de contar con un Conservatorio Superior de Danza, con una cantera nada desdeñable y con una tradición escasa pero solvente merced a maestros como Thomé Araujo y Fernando Hurtado, Málaga entrañó un ejemplo de libro. Sin muchas posibilidades de ver espectáculos en la ciudad, las propuestas crecientes por un lado y la demanda por otro terminaron de germinar en experiencias como la consagración de la Sala Gades al género bajo la dirección del Teatro Cánovas y el Ciclo de Danza que prendió en los Teatros Cervantes y Echegaray, un escaparate que prendió de manera discreta y hoy es uno de los más significativos escaparates de la escena española. Ahora, el Ciclo de Danza levanta el telón de su nueva edición con un menú amplio y diverso que aportará argumentos para contrastar el estado de salud de la danza local y nacional en lo artístico.

En realidad, el nuevo Ciclo de Danza comenzó ya esta semana en el Teatro Echegaray con la nueva producción de Factoría Echegaray, Azul Prusia, azul Berlín, una creación de la bailarina, coreógrafa y directora malagueña Ana Rando que podrá verse también durante la semana que viene. Pero será en los próximos días cuando el certamen pondrá todas sus cartas boca arriba: en el Teatro Cervantes, el Ballet Nacional Ruso abrirá fuego el martes 16 con un clásico incontestable, El lago de los cisnes, y el miércoles 17 la compañía coreana Kim Bock Hee Dance Company presentará cuatro coreografías altamente recomendables, entre ellas una en torno a Bodas de sangre. Pero si hay una cita imprescindible en este Ciclo de Danza es la que traerá La Phármaco, la compañía que dirige en Madrid la bailarina y coreógrafa malagueña Luz Arcas junto con el poeta Abraham Gragera, el jueves 18 con Una gran emoción política, una producción del Centro Dramático Nacional y la propia compañía en torno a la figura de la escritora María Teresa León que fue saludada el mes pasado en su estreno en el Teatro Valle-Inclán con el cartel de no hay entradasen la taquilla y el entusiasmo unánime de la crítica. Seguirá el viernes 19 otra cita no menos recomendable, el Ballet de Víctor Ullate (una presencia ya recurrente pero siempre reconfortante en el Cervantes) con su nueva lectura de Carmen, mientras que el sábado 20 se ampliará la cuota internacional con el Balletto de Siena y Notre Dame de París, con coreografías del gran Marco Batti. De nuevo en clave malagueña, Nieves Rosales y su Silencio Danza presentarán el domingo 21 el estreno absoluto de Cartas del desasosiego, aproximación flamenca a Fernando Pessoa de la mano del guitarrista Alfredo Lagos; mientras que el sábado siguiente, 27 de octubre, llegará el turno de La maldición de los hombres Malboro, la aplaudida creación de Isabel Vázquez estrenada en el Festival de Itálica, en Sevilla. La Petenera de Castro Romero y Suite Española pondrá fin a la programación del ciclo en el Cervantes el domingo 28.




En cuanto el Echegaray, tras Azul Prusia, azul Berlín el Ciclo de Danza reúne otras seis propuestas de notable interés: el lunes 22, Karlik Danza Teatro presentará María Zambrano. La palabra danzante, una reveladora mirada a la pensadora desde el movimiento. El martes 23 podrá verse Dispositivo labranza, particular oda al mundo rural del colectivo Lamajara. El miércoles 24 subirán a escena Fernando López e Irene Fernández con Bailar en hombre, creación del primero; y el jueves 25 habrá otro estreno, el de la Tremor Dance Company con Baum!. La compañía Iron Skulls servirá el viernes 26 todo un plato fuerte, No sin mis huesos, homenaje urbano desde el hip hop y el breakdance a Cervantes. Finalmente, el Ciclo de Danza se despedirá el sábado 27 del Echegaray con la muestra Nuevos Valores de la Danza en Málaga, en la que actuarán Lara Balboa, Raúl Durán y la compañía Re-Danza. Hablan los cuerpos, por tanto, para decir seguramente lo más importante. Lo que las palabras no aciertan a describir.

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