sábado, 20 de mayo de 2017

"Yo te compro la Candela"... por Hector Marquez

Raul Rodriguez anoche en Flamenco con Ñ presentó  La Raíz Eléctrica.
Tres eléctrico: Raúl Rodríguez
Guitarra: Mario Mas 
Percusión: Pablo Martin Jones
Bajo: Guillem Aguilar
Al baile: Juan de Juan

YO TE COMPRO LA CANDELA
Anoche, en el Museo Picasso, Raúl Rodríguez empezó a Vender Candela. Y, aunque ya eran las tantonas y menda contenía más ganas de bostezo que de revezo, el maestro nos levantó de un brinco y nos dio una descarga que de tan a gusto nos trasnochó felices. Él con sus tres -el flamenco y el eléctrico- que suman siete nos dio un aperitivo de lo que en septiembre será su segundo disco en solitario tras el asombroso y seminal Razón de Son: La Raíz Eléctrica.
A ver, les cuento lo que sé y lo que escuché. Y les comparto este pequeño vídeo que está grabado desde lejos, con sonido charcutero e imagen de cuando el cine Exin, que yo no gasto móviles de esos que te hacen un travelling de Kubrick aunque seas manco y que te chillan cuando una muchacha con ganas de guerra pasa a diez metros de tu espalda. Pero algo se aprecia y se transpira. Le dedica la canción a su madre, a Martirio, quien, por los azares que nunca son azares, ayer estaba por Málaga y le tocó ver al toro retoño en la butaca con el corazón contento.
Este es el inicio de una de las doce canciones, doce, que tendrá su disco-libro, porque Raúl canta, compone, escribe, toca y cuenta como fluye el mercurio y es fiel a las geometrías. La canción se llama Yo voy vendiendo candela. Con él, un cuarteto de Alejandría: superhéroes del arte y el ritmo que miran en todas direcciones. Gran Mario Mas a las guitarras y la voz compaña, Pablo Martín Jones con las percusiones que unen continentes, Guillem Aguilar al bajo sabroso y Juan de Juan más chulo que un ocho al baile moronero de ahí queda eso. Lo negro y lo flamenco sigue siendo la raíz común. La psicodelia, el son, el compás, la macumba y la descarga, enteritas también. Y mucha poesía cargada de futuro.
Pero esta vez, me contó Raúl luego, las canciones no contarán sólo historias del pasado para traerlas al presente sino que serán historias suyas, cosas que ve y le pasan a él ahora. Crónicas y metáforas guapas del presente que hoy se van a Haití a hacer Vodoolerías y mañana se enamoran en el Pumarejo para decir que amor es ciclo, nace, crece, se riega y se marchita para siempre renacer de nuevo. O reclaman, junto al legendario Jackson Browne desde Nueva York, que sea el Ritmo el que nos gobierne. El ritmo, como la gran lengua común de la gente con alma y corazón. Let the rythm lead. "Un ejercicio de libertad y un ejercicio de recuperar la raíz de los ritmos negros que están debajo de los ritmos del flamenco y la electricidad con la que nos criamos los niños que nacimos en los setenta". Eso lo dice el propio Raúl. Yo no añado ni quito una coma.
Sé que el disco lo saca Fol Music, que esta raíz es amplificada y está llena de amperios y personas preciosas en vez de imperios y personajes pamplinas, y que se arranca de las caderas al corazón: será por chakras... Sé, aunque esto es una opinión, que en el momento en que algunos artistas internacionales escuchen sus nuevos temas, más de una versión querrán hacer. Y eso será bueno para todos: escucharemos mejor música por los meinestrimes, ésta llegará más lejos y seguirá mutando porque ese es el destino de las músicas y a mi hermano le llegará algún royalty güeno de esos que te permiten pagar el piso y la ortodoncia de la niña. Sé que el maestro Jesus Cosano le está haciendo ilustraciones al interior del disco y que la lengua que invoca estas canciones es la de celebrar. Anoche, tras el concierto celebramos también el cariño de la familia que se quiere y acompaña. Y hasta te enseña el secreto del salero en la corona, te invita a vermú y luego trae a casa en el coche (¡gracias, Buly, Maribe, Raúlo!). Les aconsejo que pongan una alarma para septiembre en esos móviles que ustedes tienen y graban en 4K. Cuando les llegue el otoño, Raúl les tendrá guardada llama de sobra para que el fuego nunca se apague.
Yo te compro la candela, Raúl.
Hector Marquez

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