martes, 21 de mayo de 2019

LAS AGUAS Y LOS HIJOS ... por Pablo Aranda




El Guadalhorce recibe cada día las aguas fecales de cuatro grandes puntos de vertido, que se mezclan con el agua limpia del río y, juntas y sucias, fecalizadas, van a dar al mar, que es el morir. Lo curioso es que esto pase en 2019 en la Costa del Sol. Como se enteren las suecas, que duermen aún con nórdicos, a lo mejor dejan de venir. Lo ideal sería no gritar esta vergüenza a los cuatro vientos y seguir compartiendo nuestras heces, pero que la depuradora de Nerja siga sin funcionar desde hace tantos años imposibilita el silencio. Las sardinas que te comes portan orina de un oficinista de Coín. Entiendo que Trump quiera llevar una mujer a la Luna, porque la Tierra está regular. Lo ideal sería que Trump la acompañase, sería un gran paso para la humanidad. A la Luna han ido hasta ahora 24 personas, todas hombres, aunque no se note mucho porque llevan escafandra. De las 24 solo 12 salieron de la nave. Ya es mala suerte llegar hasta la Luna y que el comandante de la misión te ordene quedarte en el Apolo de fresa mirando a tu compañero dar saltos. Los astronautas son muy listos y pueden llegar a la Luna o a ministro, aunque si cambia el gobierno te pueden mandar a hacer 'gagarin'. Vaya mundo. No es de extrañar que en el mundo desarrollado, o mundo en vías de subdesarrollo, se tengan menos hijos.


Por eso sorprende que el Sevilla, cantante de Mojinos Escozíos, vaya a ser padre de quintillizos. Ya tenía tres hijos, debe entender que con ocho basta. El rey Alberto ll lo ha entendido y, a sus casi 85 años, no está dispuesto a tener más. La justicia belga le exige que se haga la prueba de paternidad para comprobar si es el padre de Delphine Boël, una pintora de 50 años cuyo padre resultó no serlo. El rey emérito ha dicho que no se la hace y le han impuesto una multa de 5.000 euros diarios hasta que cambie de opinión. ¿Cuántos cinco mil euros tiene el ex rey de los belgas? Unos cuantos podrían pasar a ser de su hija si es su hija, que los compartiría si la justicia lo permite, que no está por la labor, con la hija que ya es su hija, y que a su vez ha tenido cinco hijos, nietos de Alberto ll, y posibles sobrinos de la posible nueva hija, que verá lo agradable que resulta que te inviten a cinco cumpleaños infantiles al año. El padre de Delphine Boël queda en una situación complicada que tampoco entiendo. Mis hijos son mis hijos aunque la biología demostrase vertidos impuros. El rey emérito llegó al trono tras la muerte de su hermano, Balduino, que veraneaba en Motril, donde murió, con Fabiola, su mujer española. Seguramente Alberto pasaría allí algún verano y se bañaría en Nerja, donde la depuradora, como ahora, no funcionaba. No reconocer a un hijo es moralmente inaceptable, como para ser llamado Alborto ll, sin control de vertidos.

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